Los coches pararon a la entrada de una de las casas y salieron gente con ropa militar blanca. Cada uno estaba equipado como un soldado, casco, máscara, un arma de gran calibre en las manos y otra más pequeña en la cintura. Ellos también utilizaban chalecos con diversos accesorios de combate.
Ellos se alinearon frente a la casa y el comandante dijo con nerviosismo:
—¡Acaben con los infieles!
Los soldados dispararon intensamente. El comandante hizo una seña con la mano para parar y así lo hicieron.
El comandante tomó una granada y la lanzó en la casa. Hubo una explosión y unas personas salieron corriendo por el lateral.
Los soldados dispararon muchas veces y los cadáveres cayeron al suelo.
Este fragmento es parte del libro La Llama de la Verdad. Lea y descubre esta historia fascinante.

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